A pesar de las críticas por su contenido en grasas saturadas, estudios recientes demuestran que los lácteos, consumidos con moderación, benefician la salud cardiovascular. Un estudio de *The Lancet* (2018), realizado en 21 países, reveló que quienes ingerían dos o más porciones diarias reducían en un 22% su riesgo de enfermedades del corazón.
Además de aportar nutrientes esenciales como calcio, potasio y proteínas, los lácteos fermentados —como el yogur y el queso— ofrecen probióticos que favorecen la salud intestinal y regulan el colesterol. Más allá de los beneficios físicos, los lácteos evocan conexión emocional con nuestras raíces, simbolizando amor y bienestar desde el inicio de la vida.
Fuente: edairynews.com
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