El estrés calórico (EC) afecta al ganado mediante cambios fisiológicos, metabólicos y de comportamiento que buscan mantener la temperatura corporal. Esto provoca una disminución en la producción de leche, la eficiencia reproductiva y el crecimiento.
El ganado pierde peso debido a un desbalance energético causado por el bajo consumo de alimento y energía, reducción en la absorción de nutrientes e incremento en el gasto energético. La pérdida de peso depende de la condición corporal inicial, intensidad y duración del EC, y la etapa de producción.
La eficiencia energética para la producción de leche se reduce entre un 30 y 50%, disminuyendo la producción en un 10-15% al inicio de la lactancia y hasta un 50% a media lactancia. La calidad de la leche se ve afectada, reduciendo la concentración de grasa, proteína y sólidos no grasos.
El EC altera el ciclo estral y la secreción de hormonas, afectando la ovulación y el desarrollo embrionario, aumentando la mortalidad y pérdida embrionaria. También deprime el sistema inmunológico, exponiendo al animal a enfermedades como la mastitis.
El Índice de Temperatura-Humedad (ITH) es el indicador más utilizado para identificar condiciones de riesgo por EC. Un ITH de 68 indica el inicio del estrés calórico, afectando la producción, y un ITH mayor a 98 se considera letal.
Fuente: Ganaderia.com
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