La despoblación continua de áreas rurales en México está afectando gravemente las actividades agropecuarias. Este problema se ve agravado por la disminución de la organización social y comunitaria, la degradación del suelo, la deforestación, la falta de acceso a créditos agrícolas y la crisis climática que ha desencadenado una devastadora sequía.
El campo sufre de baja productividad, falta de relevo generacional y el control de multinacionales en el mercado, mientras que la inversión desigual y la falta de políticas efectivas agravan la situación. La migración desde el entorno rural debido a la falta de oportunidades económicas y educativas es constante, y la mano de obra femenina en el sector agropecuario ha disminuido. La necesidad de revitalizar el campo y garantizar la seguridad alimentaria sigue siendo una demanda sin resolver en medio de desafíos históricos y actuales.”
Fuente: elsoldemexico.com.mx
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