El camino que conduce hacia Cerro de las Tablas, una comunidad afromexicana del municipio de Cuajinicuilapa en Guerrero, está rodeado de terrenos inundados y cultivos perdidos. Reses decaídas por los efectos de la humedad y la falta de pastura deambulan sobre la terracería buscando algo qué comer, algunas son alimentadas por sus propios dueños y otras tantas no alcanzaron a sobrevivir las inundaciones causadas por el huracán del pasado 23 de septiembre.
Fuente: La Razón
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